El aire quema y mi garganta sucumbe con él,
Me drogo con plantas prohibidas y gozo como el tiempo se suspende y acontece,
Siento el calor naranja de la tarde violando mi mente al dormir
Contemplando el día morir,
Y escucho los susurros de la lluvia mientras me cobijo en sueños de hadas infinitos,
Esperando que estos momentos sean perpetuos.
Mientras las almas no descifran mi vida, y yo no intuyo la suya.
Revoloteando en brisa y llamas grito y enmudezco,
Extiendo las alas entumidas de un ser que no puede dormir mentalmente.
Me elevo al cielo y ardo en el sol cegador,
Mientras mi cuerpo se desintegra y mi alma queda libre.
-Danielle-