Quien
se burla de las cicatrices jamás tuvo heridas,
De esas
que matan, de esas que sangran desde el interior.
Como llamarte
quisiera yo y que pronunciaras mi nombre
Con ánimo
de amante y deseo, con un amor más inmenso,
Más inmenso
que la vida entera y el mismo abismo donde me hundo,
Como esas
lágrimas que han dejado mi seco corazón morir,
Como esas
lágrimas que un poco de tanto, caen a tus pies
Para regresar
al abismal recuerdo, al abismal olvido,
Para jugar
a olvidarnos, como recuerdos pasados,
Como si
albergara en mi alma tu amor.
Quiero
gritar las heridas, cansarme y desgarrar mi garganta.
Si tan
solo olvidarte pudiera, me arrancaría el corazón,
Me arrancaría
la vida misma por sentirte una vez más,
Me arrancaría
tus besos y tus caricias como si de mi propia piel se tratáse;
Arráncame
el alma que esta testa de ti.
Voltea
mi cabeza, tuércela, arráncala, mátame,
Arranca
mi corazón, cómelo, quémalo, úsalo.
Mi piel
quémala, córtala en mil pedazos y espárcelos por el mar,
Deja que
todos esos recuerdos se olviden y se quemen en la hoguera,
Deja que
todo mi amor se pudra en las alcantarillas de tu cerebro.
Vomita
mi nombre, vomita mis besos que los quiero de vuelta.
Limpia
tu sucia piel morena de mi blancura de nieve,
Limpia
tu boca de mi saliva y mis palabras de amor.
Dime que
realmente soy solo un juguete,
Mátame
con la verdad, arranca ya de mi esto,
Una porquería
que me carcome y me traga viva.
Púdrete
en el infierno de amores mal queridos
Y déjame
volar libre, como al soltar un pájaro encarcelado.
Fui tu
luna, pero ella se hartó, se canso de un animal tan bastardo,
De un
animal tan salvaje y tan ignorante.
Tus besos
y caricias realmente jamás pudieron apagar la llama
De otro
corazón, de otra alma a la cual adoro
Y por
eso les escupo llena de hastío y asco.
Maldito
animal banal, maldito animal estúpido,
Más estúpido
por herir a un ser que adoraba tu vida entera.
-Danielle-