Llego intoxicada de dolor y entonces tú me tomas en tus brazos,
Respiro tu suave aroma mientras secas mis lágrimas,
Y quizá te burles de ellas pero en el fondo sé que te duele,
Te duele tanto como a mí, quizá aun más.
Te recuestas y me abrazas con la esperanza de un quizá
Y yo solo descanso, mareada y triste sin razón.
Te acercas a mí y tomas mis manos en las tuyas
Y yo siento tus sutiles besos en mi frente.
¡Oh querido, tu sabes cuánto te amo!
Pero no sé que más decir,
No sé qué piensas y me aterra.
Siento tu piel cálida abrazándome.
Tenemos nuestro propio lenguaje
Y lo sabes bien; me estrechas.
En tus brazos mi terror se muere
Y a la vez revive… una sola vez más.
¿Recuerdas aquellos días sin peleas?
Yo también, son tan nuestros
Y se ven tan lejos, como un millar de años
Que cada vez son más un sueño.
Un delirio quizá y en este momento
Yo moriría si me lo pidieras,
No me importaría porque aquel momento
Es felicidad pura y eterna.
Mi corazón palpita rápidamente,
El tuyo también; intento dormir
Mi cuerpo no puede, quiere sentirte
Saber que no te irás, no otra vez.
Mi mente delira y sueña con este abrazo
Es un abrazo eterno y sublime.
Tan efímero y tan nuestro,
Tan nuestro que solo tú y yo lo sabemos…
Respiro tu suave aroma mientras secas mis lágrimas,
Y quizá te burles de ellas pero en el fondo sé que te duele,
Te duele tanto como a mí, quizá aun más.
Te recuestas y me abrazas con la esperanza de un quizá
Y yo solo descanso, mareada y triste sin razón.
Te acercas a mí y tomas mis manos en las tuyas
Y yo siento tus sutiles besos en mi frente.
¡Oh querido, tu sabes cuánto te amo!
Pero no sé que más decir,
No sé qué piensas y me aterra.
Siento tu piel cálida abrazándome.
Tenemos nuestro propio lenguaje
Y lo sabes bien; me estrechas.
En tus brazos mi terror se muere
Y a la vez revive… una sola vez más.
¿Recuerdas aquellos días sin peleas?
Yo también, son tan nuestros
Y se ven tan lejos, como un millar de años
Que cada vez son más un sueño.
Un delirio quizá y en este momento
Yo moriría si me lo pidieras,
No me importaría porque aquel momento
Es felicidad pura y eterna.
Mi corazón palpita rápidamente,
El tuyo también; intento dormir
Mi cuerpo no puede, quiere sentirte
Saber que no te irás, no otra vez.
Mi mente delira y sueña con este abrazo
Es un abrazo eterno y sublime.
Tan efímero y tan nuestro,
Tan nuestro que solo tú y yo lo sabemos…
-Danielle-
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