Envidia marchita

Envidiaba aquella mente joven y tierna 
Pero ahora me doy cuenta que como todo se marchita y se amarga,
Mientras yo sigo siendo una niña correteando por los jardines de Venus.

Quizá aun crea en el amor para siempre y sea inmaduro
Pero al menos eso me hace eterna por unos segundos, 
Por un instante soy aire que no puedes tocar.

Mientras tú vas envejeciendo y destruyendo ilusiones
Yo voy viviendo a base de emociones viendo cómo te marchitas
Y te vuelves cenizas lejos de mi vida.

Jugando a ocultar mis sentimientos y pensamientos en una sonrisa,
Deleitándome por tu partida y por tu mirar tan lejano y tan frío
Y es que yo desvío mi vista y sigo mi camino alejándome de esa historia consumida
Y hastiada de un amor que jamás pensó en un quizá para siempre.

Jamás podrá tenerme y eso me alegra,
Los días, las noches…

Soy felizmente infeliz y eso se llama amar de verdad
Porque un amor sin dolor no existe, porque lo sublime de amar
Es saber que al acabar tu alma estará destrozada
Y eso significa que aun la tienes y aun puede sentir.

Cuando tú te marchites yo seguiré cantando mis canciones,
Mis poemas de amor eterno,
Viviendo de recuerdos y sonrisas que se esfuman.

Y ahora por fin es que te digo adiós, sellando nuestra pasión,
Nuestro dolor tan solo con un simple adiós.

-Danielle y Arturo-